Algo no está
funcionando cuando las reformas legales de hace menos de una semana todavía
incorporan frases como “las personas con discapacidad no podrán ser excluidas
por esta circunstancia (…)”. La verdadera igualdad de oportunidades llegará el
día que sea evidente que nadie puede ser discriminado por esta razón y no
tengamos que explicitarlo.
Las organizaciones
de personas con diversidad funcional hace décadas que dedican un gran esfuerzo
para que una óptica como diseño para todas las personas, que debería darse de
manera natural, sea sistemáticamente infravalorada.
A las
administraciones no les queda otra cosa que hacer cumplir una ley. Les toca
hacerlo ya que no han hecho el esfuerzo suficiente para promover una mirada
social donde la diversidad sea un valor y no un problema o un gasto económico,
para que los cambios se den de manera natural.
Y quizás en otros
momentos el tono de exigencia era mucho más amable y eso ha conllevado que
sospechemos que no se ha hecho el trabajo suficientemente a tiempo. En
cualquier caso, ya que en algunos casos asumir la legalidad ha sido la
justificación de muchas acciones, podemos exigir que se dejen de dar más plazos
que son en realidad una trampa hecha a los derechos de las personas. El diseño
para todas las personas mejora la calidad de vida a todo el mundo y no solo a
las personas con diversidad funcional. Esta es una premisa que parece ilógico
que todavía no se tenga en cuenta a la hora de organizar las ciudades o los
servicios.
Sin duda, el
horizonte de la verdadera escuela inclusiva, será uno de los mejores cimientos
para una sociedad que tenga en cuenta la diversidad humana. Pero mientras llega
ese objetivo, también reclamado hace décadas, conviene que interpelemos a los
actores que están impidiendo una sociedad más digna, justa y amable con todas
las personas.
Ha llegado la
hora de un nivel de exigencia superior. Porque de ello depende la calidad de
vida y la dignidad de muchísimas personas que ven como cada día se ven
vulnerados sus derechos que tienen que ver con poder participar de la sociedad
con las mismas oportunidades que el resto. Sin más, sin privilegios. El día 4
empieza la supresión de situaciones de exclusión y generadoras de discapacidad,
se inicia, y no debe pararse, la exigencia real de la accesibilidad.

Profesor de la Facultad de Educación Social y Trabajo Social Pere Tarrés - Universidad Ramon Llull
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